San Gregorio, El Teólogo (años 326-389) era el hijo de Gregorio (posteriormente el obispo de Nacianzo) y de Nonna, una mujer de altas reglas morales. Antes de su nacimiento, ella prometió que dedicará a su hijo al Dios. Hizo todo el esfuerzo posible para inclinar su voluntad al servicio de Dios. San Gregorio consideraba que la educación dada por su madre a él como la más importante. Siendo muy inteligente, San Gregorio recibió una excelente educación. Él había estudiado en las escuelas de Cesarea, en Palestina, donde había una biblioteca recopilada por el santo mártir Pánfilo. En Alejandría estudiaba las obras de Orígenes y finalmente en Atenas donde se amigó con San Basilio El Grande, al cual conocía anteriormente y cuya amistad apreciaba como la más provechosa que cualquier escuela superior. En Atenas los santos amigos compartían una pieza y tenían el mismo modo de vida, ellos conocían solamente dos caminos, uno llevaba a la iglesia de Dios y el otro a la escuela. En Atenas San Gregorio conoció a Julián (El Apóstata), el mismo que al subir al trono renegó del cristianismo e intentó hacer renacer el paganismo en el imperio romano (años 361-363) y dejó un vivo retrato de este perverso y astuto enemigo de la iglesia. Al cumplir 26 años, San Gregorio fue bautizado. Al regresar a su patria, San Gregorio se apartó por mucho tiempo de cualquier cargo público. Reflexión sobre el Dios, la oración, la lectura de las palabras de Dios, composición de las inspiradas palabras y cánticos y el cuidado de sus ancianos padres eran sus ocupaciones. Pasó un tiempo en el desierto con su amigo Basilio. Este tiempo fue considerado por San Gregorio como el más feliz de su vida. Su padre, siendo ya obispo, necesitaba un ayudante, lo hizo llamar del monasterio Basiliense a Nacianzo y lo ordenó como presbítero. Esta dignidad y el peso de las obligaciones atemorizaron tanto a San Gregorio que se alejó al desierto para estar en soledad. Al tranquilizar su espíritu, regresó y aceptó las obligaciones sacerdotales, consolándose que sirviendo al Dios también ayuda a su anciano padre en sus preocupaciones por los parroquianos.If you like our project and you are satisfied with our work and effort, please consider making a donation that would help us to survive on the Internet and in further development of the project.
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