San Esteban nació en Roma alrededor del año 253. Cuando sucedió al Papa San Lucio I, era ya sacerdote. El acontecimiento más importante de su obispado fue la controversia sobre la validez del bautismo administrado por los herejes. San Cipriano y los obispos africanos sostenían (tal bautismo era inválido y que debía administrarse nuevamente el sacramento cuando un hereje se convertía al ortodoxia. Muchos obispos de Asia se inclinaban también por esa opinión. San Esteban sostuvo la validez del bautismo de los herejes, cuando éstos empleaban la fórmula prescrita por la Iglesia. Firmiliano de Cesárea de Capadocia atacó por ello muy duramente al obispo. Tanto San Cipriano como San Esteban se dejaron llevar por la impaciencia en la controversia. San Esteban declaró: "Guardémonos de introducir innovaciones en la tradición que hemos recibido" y se negó a recibir a los delegados africanos que sostenían a San Cipriano. El santo obispo llegó hasta a amenazar de excomunión a los defensores de la opinión contraria; sin embargo, como escribe San Agustín, "lleno de la compasión que es fruto de 1a caridad, juzgó más prudente mantener la unión, y la paz de Cristo triunfó en los corazones." Desgraciadamente no se llegó a resolver entonces la cuestión. La persecución de Valeriano comenzó el año de la muerte de San Esteban.




Back

PayPal